La banda tachirense se llevó el galardón con su rock indie y su atrevida puesta en escena, en un encuentro que reunió a 8 bandas competidoras y demostró la resiliencia del Festival más longevo de Latinoamérica y el más irreverente del país.
En una vibrante y calurosa tarde y a pesar de los obstáculos que debió superar en el último mes, el Festival Nuevas Bandas logró reunir a más de mil personas en la Concha Acústica de Maracay para premiar finalmente a Nanis, que viajó desde San Cristóbal. Su show sorprendió con la cándida estampa de Mariana Bedoya, -la única mujer vocalista de entre todos los participantes- contrastando con su feroz despliegue en escena lleno de onomatopeyas.
El sábado 11 de octubre se presentaron ADR1K y Royal Big Road de Maracay, Sherwood de Valencia, Van Der Dijs y Huck It de Caracas, Nanis, septeto finalista de la región Los Andes, The Caribbean Vampires, del Oriente del país, y Dasein de Punto Fijo, acompañadas por los invitados especiales R1TVAL, Smile Soul, VHILL y un emocionante tributo a las bandas que han hecho parte de la historia del Festival en la primeras dos décadas del milenio, a cargo del ensamble VRock, que completaron la experiencia.
El jurado se reunió en el venue para seleccionar a la banda ganadora de esta edición y estuvo conformado por los coordinadores regionales de la Fundación: Jaime Gaviria (Región Los Andes), Kerly Gómez (Región Occidente), Adolfo Machín (Región Central Maracay), Carlos Colombo (Región Central Valencia), Gio López (Región Oriente) y Reinaldo Gómez (Caracas), junto a Fidel Goa, ingeniero de sonido vinculado al festival durante casi 30 años y el fundador y director del Festival, Félix Allueva.
Además, como parte de la tradición, la banda ganadora del 2024, R1TVAL, de Maracaibo, dio un voto también para el resultado final, que anunciaron los conductores del espacio radial Frecuencia Nuevas Bandas, Annie González y Jean Paul Rojas.
Después de una ronda de circuitos regionales que comenzó en el mes de Junio en Valencia, Barquisimeto, Mérida, Maracaibo y Caracas, la final fue un claro mapa sonoro de un país en el que convergen sonidos y estilos de todas las geografías junto con influencias de variadas latitudes.