La cantante y compositora estadounidense Taylor Swift anunció que finalmente, tras más de seis años de disputa, compró los derechos de sus primeros seis discos musicales, y le puso fin a la batalla por la propiedad de su obra.
Por su parte, Swift aseguró por medio de una carta manuscrita publicada en su página web lo siguiente «Toda la música que he hecho… ahora… me pertenece». Además, la intérprete de «Karma» también por medio de dicha carta, a sus fans por el «apasionado» apoyo durante estos seis años de batalla por recuperar los derechos de sus primeros trabajos musicales de estudio luego de que la discográfica en la cual los grabó, resultó vendida.
A su vez, Swift explica que incluye «los videos musicales, las películas de mis conciertos, el arte y la fotografía de mis discos, las canciones no publicadas, las memorias, la magia, la locura. Cada gira. Todo el trabajo de mi vida».
«Decir que mi mayor sueño se ha hecho realidad es poco», añade la cantante y también compositora, quien inicio su carrera en el género country.
DETALLES DE LA DISPUTA FINAL
Taylor Swift habría pagado al fondo de inversión de Shamrock Holdings (el último propietario de su música), 360 millones de dólares con el objetivo de adquirir los derechos de sus obras musicales, según lo dio a conocer Billboard.
Es importante destacar que dicho acuerdo significa el fin a una disputa de al menos seis años por su música, desde el verano del año 2019, el empresario y ejecutivo discográfico, Scooter Braun compró la discografía Big Machine, la cual se encargó de publicar los primeros seis discos de la superestrella de 35 años. Posteriormente, Braun le vendió al fondo de inversión Shamrock Holdings por, supuestamente, 300 millones de dólares.
No obstante, Swift empezó a grabar cuatro de los seis primeros discos que llevan el sello «Taylor’s Version», en un intento por devaluar las grabaciones originales.
En otro orden de ideas, la compositora agradeció al fondo de capital Shamrock que estuvo dispuesto a negociar con ella. «Fue un acuerdo comercial para ellos pero siento que entendieron lo que suponía para mí: mis memorias y mi sudor, mi escritura, y mis décadas de sueños», aseguró Swift.
Finalmente, la iniciativa de volver a grabar sus primeros discos y la disputa que se prolongó durante años, inició una discusión con respecto a quién es el dueño del trabajo de la artista, además de poner en tela de juicio las condiciones en las que los jóvenes talentos firman sus contratos.
Con información de DW